¿Feliz o Afortunado?
Hoy por la mañana, cuando me he levantado, y como hago cada día, antes de iniciar mis trabajos, he abierto la Biblia, para escuchar y meditar sobre lo que tenías que decirme Señor y me he encontrado con
Filipenses 4:4 “”Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense”” Señor esas palabras llegaron ha sta el fondo de mi alma y me puse a editar cual puede ser la razón, ante un mundo que parece que solo sabe producir dolor y amargura, que TÚ nos pidas que nos alegremos Es verdad que no todo es negro, tristeza y angustia, porque a lo largo del camino y de los días, nos encontramos a personas que dicen que son afortunados y otros que son felices y que pueden alegrarse En el hablar normal, Señor, afortunados son aquellos a los que los padres les dejan una fuerte fortuna, o aquellos que son agraciados con los premios de la lotería Afortunado se dice también de aquel que se casa con una mujer bonita y más buena de lo que en realizada esperaba o aquel que tiene un amigo de esos que está a tu lado en todo momento, pero ¿realmente esas personas afortunadas, son felices?
Creo que la felicidad es algo muy distinto a una buena fortuna Pensando lo que está pasando en su vida o en su entorno, pensando lo que está pasando en el mundo ¿Realmente se puede uno sentir afortunado o alegre? No losé, pero seguro que usted que está leyendo esta reflexión, vive en un país libre, mientras sabe que hay miles y miles de personas que viven en países dominados por tiranías arbitrarias Seguro que usted que está leyendo esta reflexión, tiene unos medios económicos que le permiten mirar el futuro con más o menos esperanza, mientras sabe que hay, miles y miles de personas que lo único que tienen, es hambre al despertar por la mañana y al acostarse por la noche Seguro que usted tiene padre y madre, tal vez hermanos o parientes o verdaderos amigos, con los que poder compartir sus alegrías y sus tristezas, cuando sabe que hay miles de niños que solo tienen las paredes de un orfanato Tal vez usted pose e una salud más o menos normal, cuando sabe que hay miles de personas, cosidas a una cama que se retuercen ante un dolor, muchas de ellas, por falta de medicamentos y atenciones médicas, que les niega incluso la posibilidad de una muerte digna y en paz Y cuando piensa usted en todo eso ¿realmente se siente afortunado y/o feliz?
La carta a los Filipenses nos dice “”Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense”” pero no podemos negar que, la historia ha producido más gente triste y amargada, que alegre y para eso, baste constatar el consumo excesivo de estupefacientes, de aspirinas, de cómo están las consultas de los psiquiatras ¿Qué está pasando en realidad con esta humanidad?
La Biblia nos puede dar la explicación de porqué de tanta miseria. La Biblia enseña que sólo se es dichoso, bendito, y bienaventurado en Cristo, y que fuera de Él, no hay felicidad. “”Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmo 37:4)” ”Pero no podemos cerrar los ojos a lo que sucede en nuestro entorno, ya que también el mundo nos ofrece una solución. Este mundo también nos ofrece una solución al problema de la infelicidad humana. Una solución que pasa por constituirse en el centro del universo y admitir que las normas las establece el propio hombre desde su libertad y para ello hay que empezar por rebelarse contra la voluntad divina, poniéndonos en contra de Dios, ya que Dios y su pretendida Voluntad lo que hace es esclavizar al hombre y le sume en un estado permanente de tristeza y de miseria (olvidando que ustamente, el camino más corto a la infelicidad, es la desobediencia a Dios), La Biblia enseña que sólo se es dichoso, bendito, bienaventurado en Cristo, y que fuera de Él, no hay felicidad.
Pero no podemos cerrar los ojos e ignorar que hay muchos que continúan diciendo hoy que la felicidad depende de las circunstancias: Del tener o no tener dinero. De tener o no tener una buena esposa: De tener o no tener un buen trabajo….. y por tanto la felicidad también es una circunstancia La Biblia, nos recuerda que, el secreto de la felicidad no depende de lo que me ocurre en la vida sino de una decisión, y esa decisión no es otra que la de, aceptar a Jesús, aceptación que pasa por: vivir con Él La Biblia, nos recuerda que la felicidad, no depende de lo que la vida nos deparesino de saber abrirnos a la alegría y a la dicha de encontrar que cada día, Cristo está en nuestro corazón, pase lo que pase. El que Cristo esté en nuestro corazón, no supone que no tendremos momentos de dificultades e incluso de dudas o amarguras, de ello nos advierte la misma Escritura en el
Salmo 30:5b: “Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”, pero al final, la presencia del Señor, nos ayudará a volver a la verdad y a la realidad Pero podemos volver a plantearnos la pregunta ¿Qué está pasando en realidad con esta umanidad?
Si pensamos fríamente, sabemos que una vida espiritual recta, determina una gran parte de la conducta y de las condiciones en que la humanidad vive. El hombre no es solamente un ser social, un ser económico o un “animal culto” que también, pero el hombre sobre todo, por decirlo de alguna forma “es un producto del genio del Creador” y que además es hecho a imagen y semejanza del Señor El hombre hoy, afortunado o no, lo que sí parece, es que, está lejos de ser feliz
¿Cuál es la causa? No podemos negar que todos queremos ser felices. Es difícil encontrar a alguien que no quiera ser feliz. Todos en el fondo de nuestra alma, buscamos lo mismos y lo buscamos, sencillamente porque carecemos de ello Si nos fijamos, tenemos que concluir que, como no s dice la Biblia, el día que Adán y Eva pecaron contra Dios y fueron echados de Edén, perdieron la verdadera felicidad, y si damos un paso más y nos dejamos informar por la historia, encontramos que los hombres, no ha estado, dichosos y felices, desde aque l día. La Biblia comien za hablando del paraíso y termina con la recuperación de ese paraíso. Empieza hablando de la dicha, de la alegría eterna y termina hablando de una dicha , una felicidad eterna.
Hoy nos quedamos y aspiramos con ser afortunados y nos olvidamos de la parte más importante de la vida . Una parte que muchas veces, es descuidada, se marchita y al final se muere Todos es verdad, queremos ser felices.
Hemos dicho ya, que, es difícil encontrar a alguien que no quiera ser feliz, no obstante en ese “querer” encontramos a personas que están decepcionadas y cansadas de buscar y que han optado por “sentarse al borde del camino y contentarse simplemente por contemplar a otros que dicen ser felices “ Si abrimos los ojos y nos para mos a charlar con esos hombres/mujeres que están cansado de buscar y que solo se limitan a mirar, sentados al borde del camino.
Encontramos a los decepcionados porque habían fijado la felicidad en la llegada de un cambio a su vida…y la espera se hizo insoportable, porque ese cambio, que esperaban que llegase de fuera, nunca ha llegado
Hay también, sentados en el borde del camino, los que se lamentan de no haber tenido una mejor familia, una mejor educación, un mejor puesto de trabajo que le hubiese permitido ser felices, pero eso que esperaban que llegase de fuera, jamás ha llegado
Hay otro grupo que dice que la felicidad les ha sido arrebatada por sus pecados, y por el hecho de que saben que Dios jamás les podrá perdonar… olvidando que el amor de Dios hace que nos abra sus brazos, en todo momento, para recibirnos, ya que “Él ha venido a salvar a lo que estaba perdido” Y cuando creímos que se habían ya terminado “los cansados”, nos encontramos con otro grupo que toda su vida se han comparado con los demás, a los que siempre han visto más favorecidos por la suerte y que el estar siempre comparando les ha impedido descubrir todo lo bueno que Dios ha puesto en sus vidas Sinceramente todos esos “cansados” y sentados al borde del camino de la vida, no han querido entender la única verdad que nos recuerda que, sin Cristo no es posible alcanzar la felicidad. Podremos pensar como queramos, podremos estar o no de acuerdo, pero la verdad es que, el hombre sin Cristo, viven sin dicha verdadera y lo más grave es que no entienden por qué viven así. Por tampoco quiere entender que sólo Dios hace bienaventurado (feliz y alegre) al hombre. Detrás de la actual tristeza del mundo, hay una realidad de la que nos hemos olvidado, o tal vez, nos hemos querido olvidar y nos referimos “a la Comunidad” esa realidad que no es otra cosa que “el lugar que Dios ha creado para refugio del alma, y como un oasis en medio del existir” Nos hemos planteado esta pregunta ¿Que está pasando en realidad con esta humanidad? La respuest a debe de darse hoy, desde la Comunidad y desde cada uno de sus miembros, llamados a irradiar Luz en medio de la oscuridad, ya que lo que realmente parece hoy, es que, en lugar de abrir las ventanas, lo que hacemos es cerrarlas, para que la luz no pueda en trar Todos los que somos parte de la Comunidad, tenemos la obligación de mirar y asumir la responsabilidad de no saber buscar la felicidad y contentarnos con quedarnos en ser afortunados y de esta forma condenar a la Iglesia al mayor de los fracasos Si repasamos la escritura, nos encontramos que en la Iglesia en los primeros tiempos, la felicidad humana no se limitaba solo a las palabras, era ante todo, una realidad vivida a cada momento No solo a la Iglesia de Filipos se le pide que sean felices (que se Alegren, en el Señor) sino que esa felicidad, esa Alegría, sean capaces de contagiarla a las demás comunidades Esa felicidad que encontramos en esa primitiva Iglesia se vive desde cosas sencillas, humanamente sencillas
En Filipo Pablo había experimentado como, una buena mujer le ofrece su casa, porque antes había sabido escuchar y abrir su corazón al mensaje llevado por aquellos mensajeros de Dios En Filipo había una buena mujer manipulada y explotada, para ejercer la adivinación y que es liberada por Pablo y Silas, que por hacer tal cosa terminan encarcelados…. Y es justamente en la cárcel, en donde se sienten no afortunados, sino felices y esa felicidad hace que las puertas de la cárcel sean abiertas milagrosamente… y el carcelero, en medio de la incertidumbre siente la llamada de la fe….y también se siente feliz y de afortunado, pasa a ser feliz Más tarde será el mismo Pablo desde la cárcel, quien pida a los hermanos de Filipos que se regocijen, que se alegren….. Y eso mismo se le piden a usted que está leyendo esta humilde reflexión. ¿Es usted pobre y vive casi en la miseria?………….regocíjese en el Señor En medio de un mundo lleno de odio y de maldad ……….regocíjese en el Señor En medio de un mundo sin rumbo………………regocíjese n el Señor Cuando contemple a los hermanos de su Iglesia y vea que solo les preocupa el ser afortunado………………llore e implore al Señor misericordia Cuando contemple a los hermanos de su Iglesia y vea que solo les preocupa aparentar, el aparecer, la fama…………..lloree implore al Señor misericordia Cuando contemple a los hermanos de su Iglesia y vea que solo les preocupa el estar en los primeros puestos, el ser más que…………llore e implore al Señor misericordia y salga de esa Iglesia, porque no es la Iglesia de Jesucristo Realmente tiene sentido ese consejo que se nos da en la carta a los Filipenses y que repito dice: “”Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense””
Tiene todo el sentido del mundo, porque es posible y real. Es posible vivir siendo felices,a pesar de las adversidades que puedan presentarse en nuestro caminar, porque la alegría y la felicidad no dependen de nuestras circunstancias. La Biblia enseña que la felicidad no depende de lo favorable o desfavorable que nos suceda en la vida, ya que si realmente dependiese de ello, sería algo momentáneo, y sería algo casi inexistente.
La Biblia si la leemos atentamente, podremos descubrir cómo nos dice que la felicidad dependen directamente de dos cosas:
a) De nuestra relación con Dios.
b)De lo que Dios está haciendo en nosotros.
La Biblia y también el sentido común, nosenseñan que, la felicidad es algo interno y por tanto, que no depende de algo externo, de algo que se encuentra afuera, pero tampoco podemos pensar que ello dependa de algo bueno que hay en nosotros. La felicidad depende de es en cambio que Dios ha hecho en nuestro interior y que nosotros aceptamos y nos abrimos a el La persona verdaderamente feliz es aquella que hace caso de la verdad de Dios.
Para el creyente, la verdadera alegría es el resultado de una vida de servicio y desde ese servicio uno siente que la alegría es “ser dedición a los demás”, es no estar preocupado por la defensa de mis derechos, sino de los derechos de los demás La persona verdaderamente feliz, es aquella que busca hacer la voluntad de Dios La persona feliz es aquella que sabe que, Dios está con el y está en cada uno de los momentos de su vida La persona feliz, es aquella que sabe descubrir realmente qui en es en Dios y sabe que las promes as hechas por el Señor, son suyas y que intercede por nosotros ante el Padre
“”Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense””
Alegarse, realmente solo es posible alegrarse cuando uno es feliz, pero hay situaciones difíciles en la vida que parece que necesariamente nos impiden ser felices ¿será est o verdad? ¿Podremos alegrarnos? Antes responder, simplemente quiero invitarle a leer esta noticia «Cuando tenía 11 años de edad, Dios me dio un regalo de felicidad. Yo estaba montando mi bicicleta cuando de repente una fuerte ráfaga de viento me empujo al suelo, en ese momento en la dirección contraria se aproximaba u n camión. El camión no pudo frenar, a pesar de que lo intent ó y pasó por encima de mí, cortándome una pierna.
Mientras estaba ahí tirado sangrando, me di cuenta que quizás tendría que vivir el resto de mi vida sin una pierna. ¡Qué deprimente! Pero entonces me di cuenta que estar deprimido no me devolvería mi pierna. Por lo tanto en ese momento decidí que no desperdiciaría mi vida sintiéndome deprimido. Cuando mis padres llegaron al hospital estaban conmovidos y afligidos. Así que les dije: ‘Yo ya me he aceptado tal como estoy. Ahora ustedes también deben acostumbrarse a esto’. Desde entonces, veo a mis amigos que se enojan por pequeñeces — su autobús llegó tarde, sacaron una mala nota en un examen, alguien los insultó—, pero yo simplemente disfruto de la vida y soy feliz». La clave de la felicidad es apreciar lo que tenemos. Suena simple ya lo sé, pero es la verdad
Ahora terminada esta reflexión, quiero invitarle a orar al Señor
Señor y Dios mío, sé que estas caminando a mi lado y que escuchas las oraciones de tus hijos, por ello en esta mañana quiero traer ante TI, a todos esos hermanos que buscan la felicidad en las cosas, en lograr y adquirir, en tener y dominar Quiero traer ante TI Señor, a todos esos hermanos que ponen su vista en ilusiones que no conducen más que a la amargura y al dolor al no lograrlas Señor, en nombre de todos los que se olvidan de TI, te doy las gracias, por sus vidas y por la mía. Te doy gracias porque puedo ver y usar mis manos para ayudar a los demás,porque puedo usar mis pies, para acercarme a todos esos hijos tuyos, que cansados, están sentados al borde de los caminos de la vida Te doy gracias Señor, porque puedo pensar y porque puedo descubrir como mis pensamientos me llevan hacia TI y hacia los hermanos Te doy gracias por la fe que has hecho nacer dentro de mi corazón y quiero presentarte a todos esos hombres y mujeres que busc ándote con sinceridad, son llevados por otros caminos, porque nadie Señor les lleva TU mensaje de amor y les enredan en filosofías o creencias que lo único que hacen es hundir más y más sus vidas y llenarlas de tristeza y dolor Sé que muchas veces, la vida nos muestra una cara nada amable y que las cosas parece que salen a nuestro encuentro para crear incertidumbre, y por eso en esta mañana, en que he escuchado como me pides que “este alegre”
Quiero adelantarme y darte gracias por la enfermedad, que se puede aparecer en mi vida. Te doy gracias también, por el fracasa y las desilusiones, por el insulto que puede recibir “por ser de los tuyos”, por la injusticia y la soledad y te suplico que llenes mi vida de TU AMOR, para que todos esos contratiempos me acerquen más y más a TI, y que en medio de la noche oscura, descubra el resplandor de la LUZ que sale de TU corazón Te doy gracias en esta mañana por la fe que me ayuda a confiar en los hombres y me enseña a mirarlos “desde TU mirada” y descubrir que en sus almas también hay bondad y sinceridad Pero también quiero pedirte perdón. Perdón porque has visto Señor que ha habido esos momentos fuertes en mi vida, en que la fe, se ha tambaleado, pero que TU jamás has dejado de fortalecer Te pido perdón, por las veces que bajo el peso del pecado, me he apartado del camino de la verdad, por las veces que debía de haberte pedido perdón y mi soberbia me lo ha impedido y a pesar de todo ello Señor, TÚ has perdonado , mi soberbia y mi orgullo y has tendi do hacia mí las manos, para que asido a ellas, pudiese volver al camino de la Vida, por donde TU caminas y deseas que camine Por todo ello Señor, por haber perdonado mi falta de alegría, mi falta de fe y de confianza, te doy gracias y alabo tu santo nombre Gracias porque TU me has perdonado y también lo han hecho mis hermanos, a un cuando yo no he sabido hacerlo, con la misma generosidad Gracias por perdonar esas manos que no he sabido tender al que me lo pedía , por las palabras am ables que he silenciado, por el amor que egoístamente he guardado Al darte gracias Señor, te pido para que todos podemos de verdad “alegrarnos” por ser hijos tuyos y trabajadores en favor del Reino.
–
Amen